La número uno empezó a encontrar las prioridades en su carrera. Si tanto se le juzgaba por no poder ganar un Grand Slam, en este 2018 dejó esos cuestionamientos de lado. Llegó a la final del Abierto de Australia y después se consagró en Roland Garros, ya no hubo dudas de que es la número uno del mundo.
«Ha sido el mejor año de mi carrera, ganando un Grand Slam. Ser la número uno es genial, pero es incluso mejor ganar un Grand Slam. El Abierto de Australia también fue una gran experiencia para mí.
Empujé mis límites y vi que todo era posible. Vi que soy fuerte y puedo esforzarme mucho. Creo que el torneo me ayudó a creer que puedo ganar uno de los torneos más grandes. A principios de año, después de Melbourne, sentí que realmente podía ganar un Grand Slam», comentó la rumana en entrevista para el New York Times, quien se mostró convencida en mantenr su posición de honor dentro de la WTA: “Es mi mayor objetivo.
Voy a dar todo lo que tengo en este período para terminar como número uno. Lo puedo hacer mejor que el año pasado». Para Halep todo pasa por el aspecto mental, ahora se siente capaz de aspirar por los grandes torneos: “Lo he disfrutado más este año.
No me he estado presionando negativamente. Si haces eso, no puedes manejar nada. He pasado por eso antes de llegar a la cima. Pero con experiencia y momentos difíciles, aprendí que si lo disfrutas más y tomas cada momento difícil y torneo que tienes que defender como desafío, es mucho mejor.
Durante el último año, he trabajado con un psicólogo. En este momento y en este nivel, todos están jugando muy bien, por eso trato de ser mentalmente más fuerte. Mi psicólogo me dijo que tengo que controlar mis emociones y ser más positiva.
Me enseñó a detener los pensamientos negativos durante los partidos con algunos ejercicios. Eso me ayudó a hacer una mejora. Mi problema es que soy muy negativa. Los rumanos somos un poco negativos con nuestros pensamientos».
Con esas sensaciones encontró su mejor versión Simona Halep. .
