Hace justamente un año Naomi Osaka dio el primer paso en su camino a la cima de la WTA.
En la pasada edición de Indian Wells la japonesa impresionó al mundo con su imponente torneo que cerró con broche de oro al vencer a Serena Williams en la final, quizás el principio del relevo generacional.
Ahora regresa al desierto californiano como la número uno del mundo y confiada en seguir su inercia positiva en el circuito femenil: «El año pasado estuve aquí para divertirme, y me marqué el objetivo de llegar a los cuartos de final.
Suena mal decirlo, pero es la verdad. Nunca antes había conseguido superar esa barrera en un torneo de estas características, pero iban pasando los partidos y me iba encontrando cada vez mejor en la pista. Cuando conseguí superar los cuartos de final pensé que quizás podría ganar este torneo, y lo hice.
Ahora quiero volver a divertirme pero las cosas han cambiado, porque ahora hay mucha atención sobre mí. Sé que puedo hacerlo bien, así que toca entrenar duro e ir ganando partidos progresivamente.
En el Open de Australia también me sentí así y pude salir victoriosa»
Osaka explicó el cómo ha cambiado su forma de afrontar este torneo con respecto a la edición anterior: «Soy una persona privilegiada.
Todas las persona que me rodean me muestran un gran apoyo. Sinceramente no estoy pensando en la defensa del título, simplemente quiero seguir avanzando e ir partido a partido. No se trata de defender el título, se trata de obtener otra oportunidad.
Lo que me ha pasado en este último año ha sido tremendo. Como un viaje realmente loco para mí. La gente me habla del título conseguido el pasado año, pero para mí parece que haya pasado diez años, con la cantidad de acontecimientos vividos en estos últimos meses»
La japonesa, de 21 años de edad, debutará ante la frances Kristina Mladenovic en la segunda ronda de Indian Wells.
