No cabe duda que consiguió el mejor título de su carrera. La juvenil australiana Ashleigh Barty, de 22 años y todavía número 11 del mundo, convirtió en la nueva reina del Miami Open, resultado que le asegurará a partir del próximo lunes amanecer por primera ocasión dentro del “top-ten” de la WTA.
“Ha sido una gran noche de tenis, es realmente confortable haber jugado tan buen partido esta noche, en un gran escenario como éste. Estoy muy orgullosa de mí misma y feliz por la manera en la que he gestionado estas dos semanas junto al resto del equipo.
Han sido dos semanas increíbles, de verdad, lo hemos puesto sobre el tablero y siempre me di oportunidades para seguir creciendo, tanto como persona como jugadora, eso ha sido lo más emocionante”, manifestó la oceánica una vez superó en la gran final a la checa Karolina Pliskova.
“Tenía claro que sería un partido de pequeñas oportunidades. Creo que fui capaz de recuperar mi camino en el primer set y aprovechar luego mis opciones en el tiebreak. Fue realmente importante obtener esa primera manga, ha sido tremenda”, añadió.
Barty reconoció que antes del torneo tenía pocas expectativas para pelear por el campeonato: “Tenía cero expectativas, lo único que pensaba era en la oportunidad de verme día a día en el torneo, seguir mejorando y disfrutando de este viaje.
Han sido dos o tres años preciosos desde que volví al deporte profesional y puedo decir que he podido agarrar mis oportunidades con ambas manos. También tuve derrotas desgarradoras, pero también muchos momentos sorprendentes”. Con estas sensaciones se marcha del Hard Rock Stadium la nueva reina de la Florida.
