Las alarmas están encendidas en el entorno de Naomi Osaka. La tenista japonesa se retiró en pleno compromiso ante Sofia Kenin correspondiente a los cuartos del WTA Premier de Cincinnati, debido a una lesión en su rodilla derecha que podría afectar sus posibilidades de conseguir el bicampeonato dentro de un par de semanas en el US Open, cuarto y último Grand Slam del 2019.
“Suelo tener un nivel de tolerancia a los dolores muy alto. La verdad, aún no sé lo que me pasó esta vez, pero lo más seguro era no seguir”, señaló la actual número uno del mundo.
“Me empezó a doler la pierna cuando caía del saque lo que me deja preocupada por haberme lesionado a tan poco tiempo del US Open”, añadió la nipona. Justamente de cara al Abierto de Estados Unidos, Osaka aseguró que el haber abandonado su partido del día de hoy fue la mejor decisión, aunque la desilusión es muy fuerte: “Perder un partido no es un problema, estar lesionada sí.
Realmente apesta”. Naomi puede perder su posición como líder de la WTA en esta misma semana en caso de que la australiana Ashleigh Barty se corone en Cincinnati, por la que la desilusión es completa.
